viernes, 7 de octubre de 2011

Día 08 de Septiembre.

Siempre me ha pasado algo curioso con las personas.
Si bien la mayoría al conocerme me miran de arriba a abajo y arrugan la cara como si de un mal olor con patas se tratase... el resto no son así. Pero es extraño, aún hoy me lo sigue pareciendo, el hecho de ver como muchísima gente. De conocerme meses, semanas, días, horas... todo sin llegar al año... se desahogan conmigo.
Es decir, me cuentan cosas que normalmente alguien no diría a cualquiera.

Ese bello gesto, lo agradezco muchísimo.

Adoro cuando la gente se me acerca con una sonrisa sincera y habla de sus sentimientos, emociones o,simplemente, cualquier cosa que pase por sus vidas en ese momento.
Adoro ser los oídos de la gente. Me encanta. Siempre me ha gustado, y moriré con ese "extraño" gusto.

Es "extraño" por el hecho de que hoy día, la gente sabe "oír" pero no "escuchar".
Yo, si en algo podré presumir siempre, es de saber "escuchar". A veces hasta el punto de ni comentar o hablar. Pero me gusta. Hoy la gente se cansa pronto de oír lo ajeno y se queja. A mi eso me da igual.
Si mis oídos sirven para algo, los usaré toda la vida.

Llevo 20 años con "experiencia". Por ello digo que puedo "presumir".
Lógicamente, el problema es: ¿Quién me escucha a mi?
Tengo amigos y sé que podré hablar con ellos. No temo a eso.

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